Un año después de la detonación de 15 kilos de explosivos en el campo de béisbol de la Universidad del Atlántico, la Fiscalía encontró mérito para acusar a cuatro universitarios por los delitos de terrorismo y fabricación o porte de ilegal de armas.
El día de la tragedia, Fariel Arias Tolosa, Roberto Carlos Petro Martínez, Ossman José Ferril Rodríguez y Darwing Enrique Castro Ruiz estaban en las gradas a unos cuantos metros de las cabinas de transmisión donde fue detonado el material explosivo. Ellos resultaron gravemente heridos.
Los informes de Policía señalan que los jóvenes estaban fabricando ‘papas’ explosivas que serían utilizadas en una protesta estudiantil organizada contra las medidas tomadas para la época por las directivas del centro universitario.
Las pruebas para el ente investigador son lo suficientemente dicientes: tres rollos de papel aluminio y varias arandelas metálicas utilizadas para la fabricación de las ‘papas’ fueron encontrados en el lugar de los hechos; algunos testimonios y el informe de Policía se suman a la lista de indicios que no favorecen a los jóvenes.
La hipótesis es que Arias, Petro, Ferril y Castro pertenecían a las milicias urbanas del frente 37 de las Farc.
Aunque estos elementos podrían inculparlos, aún no se ha establecido el nexo de causalidad entre los estudiantes y la explosión, explica el abogado defensor José Humberto Torres.
De acuerdo con la Policía, el manejo de la pólvora por manos inexpertas fue la causa de la tragedia. Ocho estudiantes fueron víctimas de la onda explosiva. Uno de ellos murió instantáneamente, otros tres fallecieron en la clínica y los demás fueron capturados después de recuperarse.
Los acusados aún permanecen privados de la libertad. Debido a la gravedad de las heridas que sufrió Darwing Enrique Castro, el universitario cumple la detención en su domicilio.
Pese a que las investigaciones indican que todos los estudiantes participaban en la elaboración de los artefactos, también hay versiones que, por el contrario, señalan que en las gradas había público observando una práctica de béisbol.
La detonación destruyó la cabina y afectó las gradas del estadio, localizado en el polideportivo ‘Chelo De Castro’.
¿Justicia imparcial?: defensa
José Humberto Torres, abogado defensor, asegura que durante el proceso no se han presentado las garantías de una justicia imparcial debido a que la fiscal que inició la investigación, Rita Elvira Pineda, es esposa del general de la Policía Rafael Parra, quien se desempeño como comandante de la Regional 8 en el Caribe. “En este caso hay un interés en la actuación procesal del cónyuge y amistad íntima”, sostiene Torres.
Por este motivo, el jurista recusó a la funcionaria, pero su solicitud fue rechazada en primera y segunda instancia.
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