[1]Errorismo. Es la palabra que nos sintetiza lo que es el terrorismo de estado sumado a la excusa frecuente usada por las fuerzas militares y ahora también por los paracos de estimar que muchas de las muertes por ellos perpetradas obedecen a errores cometidos por sus unidades.
Nuevamente el luto nos cobija en la ciudad, esta vez a aquellos que nos identificamos como comunidad universitaria, específicamente a los que llevamos la etiqueta de la Universidad del Valle. De nuevo una persona con rol de estudiante muere y otra es herida por las balas oficiales. Hoy sentimos la rabia, el dolor y las nauseas que produce el ver como la "seguridad democrática" esa que sustenta la guerra en que vivimos nos ha arrebatado la vida de una compañera....
El turno le llegó a Catherine Soto, estudiante univalluna de licenciatura en ciencias naturales, profesora de biología en el liceo latinoamericano, ágil, sensible y sobretodo inmensamente alegre. El plomo de los mal llamados Héroes nos la silenció ya no en una de las continuas represiones a la protesta como aquella en que el ESMAD asesinó a Jhonny Silva, tampoco desde el vil sicariato que cobró las vidas de Julián Hurtado y William Ortíz. ¡No!, en esta ocasión la muerte apareció de camuflado, agazapada en la oscuridad del monte y disparando fusiles comprados con los recursos del Plan Colombia.
El plomo que fusiló a Catherine e hirió a Rolando Quintero ahora no se disparó en un acto premeditado como las veces anteriores, simplemente brotó de los cañones por "error"; en otro de los tantos errores que las fuerzas militares y las fuerzas irregulares del Estado (paramilitares que llaman) cometen contra la población desarmada de este país.
Errores repetidos, que ayudan a desangrar, a desplazar o a intimidar al pueblo colombiano; errores producidos por la paranoia de la guerra, por la lógica guerrerista de un estado que se descara en arrodillarse ante los intereses de unos pocos mientras ofrece mano dura contra el pueblo; errores que nunca se cometen contra una clase dirigente, de ricos que andan tranquilos porque los cañones siempre apuntan hacia los obreros, los campesinos, los estudiantes, en fin, contra los sectores populares.
Los gatillos los aprietan los soldados, los sicarios, los policías, los paracos, los vigilantes, los mercenarios que puede ser cualquiera que se venda por una miserableza en una tierra de miserables; cuervos criados para sacar ojos y usar hasta motosierras contra la gente porque han sido "adiestrados" en la lógica de ver a todo el pueblo como enemigo, como bandido, subversivo o el epitafio de moda: terrorista.
Una muerte mas ocasionada por la presión que ejercen los gobernantes para que sus lacayas fuerzas armadas den resultados y se inventen atentados (como los falsos positivos), hagan detenciones masivas, inflen datos estadísticos, construyan combates ficticios con muertos reales y salgan en los medios declarando que esa guerra, que sus padres crearon (los explotadores de hace 50 años), la van ganando y que todos tenemos que estar contentos porque la "seguridad democrática" nos protege, cuando realmente... nos mata.
Una muerte mas, un herido mas, que puede ser cualquiera, dos estudiantes que decidieron gozarse San Cipriano como todos los que queremos salir de las urbes para disfrutar la naturaleza del Pacifico. Otra injusticia mas que comete el Terrorismo de estado, ese que hoy nosotros bautizamos como "errorismo" pero que sigue siendo el mismo terror ahora disfrazado de error por los verdugos de siempre.
....A esos "erroristas" físicos e intelectuales les decimos que como lo somos ahora, seguiremos siendo piedras en sus ridículas botas militares porque en este reino de impunidades nada que creemos en su in-justicia y en las caducas instituciones que tanto defienden; si condenan o destituyen o crean chivos expiatorios para simular justicia, o como siempre no hacen nada, allá ellos, porque en nosotros está el seguir jodiéndoles la calma tensa que hoy los arropa, la que aseguran infundiendo el miedo, la que se transforma en paranoia y les llevará a seguir cometiendo mas y mas errores, hasta que el pueblo no les aguante mas esa crueldad y estalle en voces y actos que retumben y derrumben su castillo, su sistema sustentado en sangre, dolor y explotación.
¡MILITARES ASESINOS, ASESINOS MILITARES!
KATHERINE SOTO ¡PRESENTE, PRESENTE, PRESENTE!
Secretaria de Derechos Humanos
Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU
derechoshumanos@aceucolombia.org
www.aceucolombia.org
"La solidaridad es la ternura de los pueblos"
jueves, 9 de agosto de 2007
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